El mercado mundial de tecnología educativa verá un aumento en el gasto mundial de $342 mil millones para el 2025. Para los profesores, esto significa que la tecnología educativa llegó para quedarse, a medida que cada vez más escuelas y universidades se inclinan por una digitalización parcial o total.
Sin embargo, las cosas no son tan prometedoras como parecen. La industria de tecnología educativa en general tiene un problema: la exitosa adopción de la tecnología en el salón de clases.
Cuando hablamos de integrar la tecnología, por lo general, se plantea la cuestión de la capacitación de los educadores actuales sobre cómo usarla. Eso es algo bueno en sí, pero ¿por qué esperar hasta que estén por primera vez dentro de un salón de clases? Ciertamente, creo que la situación actual demanda una estrategia proactiva: capacitar a los futuros profesores sobre cómo usar la tecnología.
Esto se debe a que el cambio comienza con los profesores. Si se les enseña a los futuros profesores de la misma forma que se les enseñó a las generaciones anteriores, perderán la oportunidad de aprender tempranamente sobre la tecnología educativa. Existen muchas aristas de este problema, pero la cuestión más importante es que ellos deberán aprender solos si los lugares de trabajo futuros no proporcionan un respaldo adecuado para la enseñanza con tecnología.
Esto crea una paradoja: esperamos que sean innovadores, flexibles y excelentes con la tecnología educativa mientras que en su propia capacitación docente esto no es así.
A continuación, se mencionan las cosas que cualquier programa de capacitación de profesores debería abordar y el impacto que tendrá en los futuros profesionales docentes:
Es muy probable que opciones alternativas a la docencia aumenten su popularidad. Las universidades o los distritos escolares deberán adaptarse para albergar un aprendizaje de calidad y flexible.
Pero, ¿qué significa todo esto? La demanda de profesores desde el jardín de niños hasta el 12.º grado y la escuela secundaria en los EE. UU. aumentará un 4% en la próxima década. Una excelente manera de reclutar profesores es ofrecer programas alternativos para las personas que quieran cambiar de profesión, pero que no tengan tiempo para completar una segunda carrera universitaria.
Esto no es válido solo para las personas que quieran cambiar de profesión. Cada vez más profesores querrán tener un tipo de cronograma diferente debido a que las nuevas generaciones valoran la flexibilidad.
De hecho, a medida que la demanda de profesores aumenta, los profesores con formación alternativa necesitarán un apoyo adecuado para mantener el mismo nivel de competencias que sus pares con formación tradicional. Ofrecer cursos a distancia y autorregulados es una excelente alternativa para abordar sus necesidades.
Asumir que los milenials o la generación Z son instantáneamente excelentes con la tecnología es completamente erróneo. Usar un dispositivo para fines personales no es lo mismo que usarlo para enseñar o aprender. Debido a esto, todos los profesores estudiantes deberían incorporar la tecnología educativa lo antes posible.
El mejor motivo para comenzar de manera oportuna es el hecho de que nada supera a la práctica. Modelar el uso de la tecnología educativa mejora drásticamente las oportunidades de que lleguen a ser usuarios competentes en el futuro. Tiene muchas ventajas; por ejemplo, les brinda la capacidad de crear lecciones interesantes o establecer buenas prácticas de calificación.
Usar la tecnología puede permitirles descubrir nuevas posibilidades. Por ejemplo, es mejor que experimenten de primera mano lo que es el aprendizaje mixto o qué significa realmente ser parte de un espacio de aprendizaje seguro e innovador.
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Confiar en tus habilidades es esencial en cualquier trabajo. Los profesores deben poder adaptarse a las nuevas circunstancias debido a los cambios rápidos en la educación. Por ejemplo, se les pedirá que ofrezcan un aprendizaje personalizado a los estudiantes, que sepan qué hacer cuando sea difícil involucrar a los estudiantes o incluso que sepan qué estrategias funcionan cuando los estudiantes no aprenden al igual que en los entornos tradicionales.
Esto comienza con el programa de la escuela o universidad, donde se espera que experimenten lo que significa ser evaluado de forma no tradicional; por ejemplo, se espera que se filmen a sí mismos presentando una actividad para el salón de clases o que creen una lección multimedia con una herramienta que elijan.
En vez de sortear obstáculos para enseñar, los profesores deben aprender a usar los recursos que tienen. Por ejemplo, podrán adaptarse a los desafíos únicos que encontrarán en cada salón de clases, como la posibilidad de que los estudiantes no tengan internet en su casa.
Uno de los miedos relacionados con la tecnología que tienen los profesores es no poder usarla. Esto crea un obstáculo difícil de sortear. Para ser justos, esto no es culpa de nadie. La variedad de herramientas y el tiempo limitado con el que cuentan los profesores les dificulta poder aprender todo.
Por este motivo, los programas de capacitación de profesores deben mostrarles que existe una variedad de cosas entre las que pueden elegir y que deben adaptarse a las que mejor funcionan. Tener un sistema de gestión de aprendizaje (LMS, por sus siglas en inglés) con una buena herramienta de creación de contenido, mostrarles cómo usar una pantalla verde o una tableta para proporcionarles comentarios a los estudiantes son ejemplos de la diversidad de cosas que pueden hacer.
La mayor ventaja es que ellos las están probando en un entorno seguro, junto con otros aprendices, en vez de probarlas por primera vez en el salón de clases que, como todos sabemos, al principio puede ser un poco intimidante.
Un buen programa debe tener en cuenta algo que será útil para los profesores ocupados que no tienen todo el tiempo del mundo para investigar y probar todos los dispositivos. Esto es, desde luego, cómo pensar de forma crítica sobre el uso de la tecnología educativa.
Esto permite tener un enfoque ascendente sobre la educación para que los profesores no estén nerviosos cada vez que la escuela implementa algo nuevo. La formación profesional docente (CPD, por sus siglas en inglés) es excelente, pero ellos también deben ser proactivos, investigar por su propia cuenta y trabajar junto a las escuelas para implementar cosas nuevas.
De esta forma, no se impone la tecnología a los profesores, sino que es algo que ellos pueden elegir con confianza, modificar y sugerir mejoras a nivel escolar o del distrito.
Crear productos nuevos es excelente, pero son realmente útiles en las manos de los profesores y estudiantes. Es por ello que comenzar temprano con un programa coherente para que los profesores se involucren en la capacitación significa que crearás comunidades de aprendizaje que se involucran activamente con la tecnología educativa y con la transmisión del conocimiento.
Por ejemplo, una excelente forma de difundir información es creando un programa de tutorías en el que los estudiantes puedan comunicarse y aprender de los demás. Incluso no es necesario que se reúnan presencialmente, es suficiente con usar una plataforma donde puedan colaborar o establecer cuentas de tutorías.
A medida que la tecnología avanza, los profesores se encontrarán en una posición donde se adaptarán rápidamente. Cualquier futuro profesor, independientemente de si tiene formación tradicional o alternativa, deberá aprender cómo usar una variedad de herramientas de tecnología educativa. Además, deberá saber cómo pensar de forma crítica sobre la tecnología en el salón de clases y cómo transmitir el conocimiento a otros educadores.