La sensación de seguridad no puede notarse a simple vista; sin embargo, es fundamental para una gran experiencia de aprendizaje. Los educadores siempre han intentado garantizar un entorno de aprendizaje seguro para los estudiantes a fin de reducir los resultados negativos y aumentar los índices de retención. Después de todo, nadie puede aprender algo nuevo cuando siente que está en peligro.
Las escuelas de todas formas y tamaños han realizado un trabajo maravilloso al proteger a sus estudiantes, en especial en lo que respecta a las instalaciones físicas. Hay campus cerrados, guardias de seguridad, tarjetas de acceso, cámaras de vigilancia y plataformas en línea que contribuyen a mantener un entorno seguro. Si bien existen excepciones, las instituciones educativas generalmente son seguras.
Sin embargo, el espacio físico es solo uno de los aspectos para garantizar la seguridad de los estudiantes mientras se realizan las actividades de aprendizaje. Ahora que la tecnología educativa se ha apoderado del salón de clases, en especial durante la pandemia, el entorno de aprendizaje virtual debe ser un espacio seguro para los estudiantes.
En muchas industrias, la seguridad en línea es una preocupación, pero adquiere automáticamente más importancia dentro del contexto de la educación. Las instituciones educativas no solo manejan muchos datos confidenciales (como expedientes académicos, información personal, detalles financieros, etc.), sino que la mayoría de las veces estos datos pertenecen a estudiantes menores de edad. El robo de identidad también afecta a los niños, ya que sus expedientes limpios son muy atractivos para los cibercriminales.
Proteger los datos de los estudiantes es un asunto complejo y solo un equipo dedicado puede hacerlo de manera exitosa. Se deben involucrar todas las partes interesadas, desde los profesores y el equipo de gestión de la escuela hasta el departamento de TI y otro personal. Naturalmente, esto incluye a los estudiantes y sus padres.
Si bien todos tienen un papel que desempeñar, primero nos centraremos en los estudiantes:
En la actualidad, la mayoría de los estudiantes apenas recuerda el mundo sin acceso a Internet y les cuesta comprender la utilidad de las enciclopedias. Tienen teléfonos inteligentes en sus manos con mayor frecuencia y desde una edad temprana. Crecen (o están creciendo) con la tecnología literalmente al alcance de sus manos, por lo que saben de manera intuitiva cómo manejarse con dispositivos nuevos.
Sin embargo, tener destreza tecnológica desde una edad temprana no es suficiente. Si queremos que nuestros estudiantes se conviertan en excelentes ciudadanos digitales, y sí que lo queremos, debemos enseñarles también como tener destreza cibernética.
Estos son algunos consejos sobre cómo ayudar a los estudiantes a desarrollar esa destreza. Considéralos como los fundamentos de una presencia saludable en línea. Cuanto más pequeños sean los estudiantes cuando aprenden estas cosas, mejor.
El software antivirus realiza un excelente trabajo al proteger a los dispositivos de todo tipo de malware. Garantiza que los usuarios eviten muchos ciberataques por defecto o, al menos, notificará cualquier actividad que parezca sospechosa. Los estudiantes deben usar solamente computadoras de escritorio, computadoras portátiles, tabletas o teléfonos que estén protegidos.
Una lección sobre la importancia de tener un programa antivirus instalado en cada dispositivo con acceso a Internet debería responder, al menos, las siguientes preguntas:
Más información: Garantizar la seguridad en línea en las escuelas es asunto de todos
“123456”, “contraseña” y “qwerty” son probablemente los mejores ejemplos de las peores contraseñas. La sorpresiva realidad es que demasiadas personas todavía usan estos tipos de contraseñas. Los estudiantes deben saber cómo crear y usar solo contraseñas seguras para sus actividades en línea.
Una lección sobre la importancia de las contraseñas seguras debería incluir, al menos, las siguientes ideas:
No todo lo que brilla es oro, y no todo lo que dice ser “gratuito” realmente lo es. Hay conexiones Wi-Fi gratuitas en todos lados: el centro de la ciudad, los centros comerciales, las cafeterías, etc. Para alguien que no tiene un buen plan de datos (que es el caso de muchos estudiantes), estas conexiones gratuitas son atractivas. Sin embargo, también son peligrosas, porque ponen a los usuarios en riesgo de distribuciones de malware y otros ciberataques. Los estudiantes deben ser más sensatos.
Una lección sobre cómo desarrollar pensamiento crítico sobre el uso de conexiones Wi-Fi gratuitas debería incluir lo siguiente:
Los cibercriminales son expertos en encontrar múltiples maneras de engañar a usuarios en línea que no lo sospechan para que brinden información personal. Mensajes de texto y mensajes directos en las redes sociales, correos electrónicos y llamadas de voz son solo la punta del iceberg en lo que respecta a los métodos de fraude electrónico y los estudiantes deben saber cómo identificar posibles estafas y evitarlas.
Una lección sobre cómo evitar el fraude electrónico debería incluir análisis sobre, al menos, estos temas:
El ciberdelito sigue siendo un delito, incluso si ocurre en línea. Las personas que quieren obtener alguna ganancia, los troles y los bravucones pueden esconderse detrás de las pantallas, pero esto no los hace menos responsables de sus acciones. Ser un buen ciudadano digital implica no solo comportarse de manera responsable en línea, sino también alertar cuando alguien no lo hace. Es posible que los estudiantes no puedan hacer mucho, pero simplemente informar dicho comportamiento inmoral a un adulto puede ayudar.
Una lección sobre lo importante que es para toda la comunidad educativa que todos informemos cualquier acción que pueda implicar un ciberdelito debería incluir lo siguiente:
Las instituciones educativas siempre deberán brindar a todos los estudiantes un entorno de aprendizaje seguro, ya sea físico o en línea. Las medidas de ciberseguridad se vuelven más importantes a medida que más estudiantes participan en actividades en línea para sus estudios. Sin importar la edad, deben saber cómo protegerse de un ciberataque. Por eso es importante enseñarles sobre los software antivirus, cómo crear y administrar las contraseñas más seguras, los riesgos de las conexiones Wi-Fi públicas, cómo identificar posibles estafas cibernéticas y que deben denunciar cualquier actividad sospechosa a un adulto responsable.