Durante una conversación reciente con amigos cercanos, empezamos a recordar a los profesores que tuvieron un impacto significativo en nuestra vida. En una tarde bastante nostálgica, escuché historias maravillosas sobre generosidad, inspiración y dedicación total a esta profesión.
Ahora que ya ha pasado un tiempo desde la escuela secundaria, nos damos cuenta de que tal vez nuestra vida profesional hubiera sido diferente si no hubiéramos conocido a estos profesores maravillosos. Un amigo cercano trabaja con computadoras porque en la escuela secundaria participó en un club de programación informática que creó uno de sus profesores. Su esposa enseña español, pero se dio cuenta de que tiene facilidad para los idiomas después de años de luchar en las clases de idiomas. Un profesor dedicado y con tacto le dijo que debería darle otra oportunidad al español.
Necesitamos profesores empáticos, dedicados e inspiradores para las próximas generaciones de estudiantes. Nos gustaría que nuestros hijos tengan la misma experiencia que tuvimos nosotros, ya que encontrar al profesor correcto en el momento adecuado podría marcar una gran diferencia para un estudiante.
Pero, ¿qué deberíamos agregar a todas estas habilidades en un sistema educativo sumamente tecnológico? ¿Cómo debemos capacitar a nuestros futuros profesores?
Veamos cómo se deberían incluir las habilidades relacionadas con la tecnología educativa en los programas de capacitación para profesores:
Una capacitación eficaz para profesores debería centrarse en una integración sin inconvenientes de la tecnología educativa en todos los niveles, independientemente de las materias impartidas. Hemos debatido sobre las brechas generacionales durante algún tiempo, pero esta pandemia le ha demostrado a cada profesor que la generación Z es en efecto la generación de los nativos digitales. Utilizar los mismos métodos que funcionaron para grupos anteriores no es eficaz.
La pandemia de COVID-19 terminará, pero volver a la escuela no debería ser como si no hubiera pasado nada. Deberíamos utilizar lo que aprendimos durante estos meses y llevar esa experiencia al salón de clases. Los programas de capacitación efectivos para profesores deberían abordar siempre la tecnología educativa y la nueva pedagogía que estamos desarrollando en nuestras escuelas.
Los profesores saben que, si quieren que sus clases en línea sean interesantes, deben poder crear contenido digital que sea excelente. Naturalmente, un profesor no es un youtuber promedio, pero agregar algunas habilidades de creación de contenido a la cartera profesional sería beneficioso para los estudiantes (porque se involucrarán más con contenido digital interesante) y para los profesores (porque se sentirán menos frustrados con la falta de compromiso).
Algunos profesores han empezado a aprender por su cuenta: recuerdo la sección de comentarios de una lección de matemáticas en el canal de YouTube de Khan Academy, en la que varios profesores de todo el mundo hacían preguntas sobre las aplicaciones y el hardware utilizado para crear ese video. Pero esto no es suficiente. La creación de contenido digital debería incluirse en todos los programas de capacitación para los profesores en todo el mundo.
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Los programas de capacitación también deberían enseñar a los educadores las estrategias del aprendizaje híbrido. Ahora, es obvio que lo normal será tener una combinación de clases en línea y fuera de línea. Sin embargo, hay muchos profesores que no están preparados para esto. No es fácil darse cuenta de qué tareas o tipos de contenido son mejores para el entorno de aprendizaje en línea y qué es mejor para el entorno presencial.
A largo plazo, cada profesor puede encontrar una solución individual, pero los programas de capacitación podrían ofrecerles herramientas y estrategias adecuadas y listas para usar según su contexto. Sin la capacitación adecuada, algunos educadores podrían sentirse perdidos con toda la información que hay disponible en Internet.
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Por último, la capacidad de adaptarse al cambio será fundamental para los profesores en el futuro. En el ámbito educativo, hay una gran inercia o resistencia al cambio. Por un lado, muchos profesores trabajan demasiado y no reciben el salario que corresponde, así que incluso si quisieran cambiar los métodos y las estrategias de enseñanza, no tienen el tiempo ni la energía para reinventar su profesión cada cuatro o cinco años.
Sin embargo, todos deberíamos saber que adaptarse a los cambios es fundamental para los futuros educadores. La tecnología está en constante cambio, por lo que los educadores deben estar preparados para seguir el ritmo de esos cambios: no adoptar la última moda, sino identificar y adoptar las principales tendencias.
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Debemos aprovechar la oportunidad que nos brinda este giro a la educación remota para mejorar las habilidades de tecnología educativa de los profesores. Además, las instituciones educativas deben preparar programas de capacitación específicos que reflejen todos los cambios que vemos en la educación.